Hablar de conductas problemicas en la
escuela implica sin duda referirse a dos conceptos relativamente nuevos dentro
del contexto educativo, no por tratarse de una nueva tendencia dado que desde
la antigüedad han estado ligados a la naturaleza humana sino por la difusión
que los medios de comunicación y nuevas tecnologías han dado a los términos de
Bullying y Cutting los cuales se relacionan el primero con el acoso escolar y
el segundo con la autolesión física para sobrellevar el dolor emocional.
El acoso escolar o
Bullying es un fenómeno que día a día toma mayor fuerza en las instituciones
educativas tanto públicas como privadas del mundo; este fenómeno se caracteriza
porque de manera sistemática se configura la agresión de tipo físico,
psicológico, emocional, causando indefensión en la víctima o acosado;
acarreándole estados de depresión, inseguridad, ansiedad, desmotivación
académica, baja autoestima, pobre auto concepto, tristeza, apatía, aislamiento,
temor por establecer contactos sociales, deserciones escolares, sentimientos de
culpa, venganzas, ideas suicidas constituyendo esta sintomatología un detonante
para acudir a la autolesión con el fin de soportar el malestar emocional que le
genera ser el receptor del maltrato.
Para la persona que propicia
la agresión las consecuencias van desde
la apertura de procesos disciplinarios y sancionatorios, hasta la necesidad de
recibir tratamiento por un trastorno disocial de la personalidad. El egocentrismo, incapacidad para autoevaluarse,
agresividad, pobre autocontrol e introspección
hacen que el victimario día a día fortalezca su conducta agresiva hasta llegar
a convertirlo en un criminal en potencia; no obstante el hace parte de un grupo
familiar que se ve afectado por estas conductas y más aún termina afectando la
misma sociedad, lo que podría generar de igual manera que el rechazo social en
el entorno académico y familiar se constituyan en un detonante para que estos
jóvenes acudan al Cutting o autolesión para aliviar el dolor emocional
producido por la presión del grupo.
Muchos son los factores
dentro del contexto educativo que influyen directamente con el fenómeno del
acoso escolar, estos son por ejemplo, la falta de conocimiento del fenómeno por
parte de los docentes y administrativos, debido a que no se puede tratar algo
que no se conoce, a esto se le agrega la falta de supervisión y seguimiento
dentro de las aulas de clase y fuera de ella. Así mismo la carencia de un
lenguaje de normas para toda la comunidad académica y la formulación de estrategias
aumenta esta problemática dentro de los planteles educativos.
A estos dos fenómenos se
le debe dar la importancia que se merece y no verlos como algo transitorio o
como una moda con tendencia a desaparecer, ya que diferentes investigaciones
muestran lo contrario y dejan claro que es un fenómeno preocupante en el país
que, tarde o temprano afecta el sano desarrollo de los niños y adolescentes.
Por consiguiente comenzando por los mismos familiares y educadores tenemos la obligación de buscar estrategias
pertinentes en función de corregir estas conductas de maltrato ya sea desde la
psicología, la misma pedagogía o diferentes disciplinas que sirvan para este
fin.
Las causas que hacen que
se acuda a la violencia son:
Intolerancia por los puntos de vista diferentes, dificultades para comunicarnos
asertiva y efectivamente y deseo de ejercer control sobre las demás personas,
esto se puede reducir a través de la implementación de proyectos
donde se fomente la sana convivencia, realización de talleres para manejo de
conflictos, formación de mediadores o negociadores ante los conflictos
escolares, implementar sesiones de escucha por parte de profesionales
capacitados para orientar a las personas que estén atravesando por este tipo de
situaciones.
Aunque el Bullying y el Cutting han sido
ampliamente documentados en lo referente a sus causas y consecuencias son poco
efectivas las acciones que se implementen en la escuela si no existe un apoyo
por parte de la familia de procedencia dado que en la mayoría de los casos lo
agresores provienen de hogares disfuncionales y ambientes conflictivos donde se
usa la violencia como método para conseguir el dominio de manera que la
intervención en estos casos no solo debe dirigirse al educando sino a su
entorno familiar para lograr la extinción de las conductas agresivas. Para que sean tratados efectivamente debe considerarse
como una problemática de salud pública, ya que han venido incrementándose en
las instituciones educativas durante los últimos años; y se ha convertido en
una problemática que puede tener consecuencias negativas (fobia a ir al
colegio, baja autoestima, conducta delictiva, poco posicionamiento moral sobre
lo justo e injusto), para los estudiantes identificados como víctimas,
acosadores, y observadores.
Por todo lo anteriormente planteado se necesita que se
realicen investigaciones, con el propósito de aportar conocimiento para la
mejora de la convivencia y la promoción de actitudes positivas en los educandos
donde el papel de los docentes será decisivo para generar cambios, pero
como debemos asumir este reto los
gerentes educativos del siglo XXI?.
Se hace necesario entonces la creación e
implementación de Programas que van
desde revalorizar el que hacer de los educadores para fortalecer el desarrollo
de las competencias ciudadanas en las instituciones educativas hasta
transformar las conductas violentas que se viven dentro de los establecimientos
educativos. Además que se busque desarrollar habilidades, destrezas y
conocimientos sobre ciudadanía y convivencia como ejercicio que ocurre en la
cotidianidad y que desborda los límites de la escuela.
Según el Ministerio de Educación de Colombia define
Convivencia como la capacidad de vivir juntos respetándonos y consensuado las
normas básicas. Se podría pensar en la capacidad de ponerse en el lugar delos
demás, tener adecuadas conductas sociales, respetar al otro y así mismo,
comunicarse asertivamente, cooperar, tener facilidad para integrarse a la
sociedad, auto regularse, satisfacer necesidades individuales y colectivas,
capacidad de participar, de aportar ideas críticas y creativas.
Asimismo en Colombia al dar aplicabilidad a la Ley 1620
de Convivencia Escolar y el decreto reglamentario 1965 de 2013 para el
fortalecimiento de la sana convivencia escolar donde se especifican las rutas
de atención en casos específicos y la creación de los Comités de Convivencia
Escolar, locales, departamentales y nacionales se espera que tengan un efecto
positivo donde se refleje en la disminución de las estadísticas en los casos de
Cutting y Bullying dentro de las instituciones educativas públicas y
privadas para darle más importancia a la formación positiva y propositiva de
herramientas personales para que los estudiantes fortalezcan su personalidad
basados en valores sólidos y constructivos que le permitan desarrollar una
buena autoestima y habilidades de afrontamiento sanas con recursos suficientes
para comunicarse efectivamente y poder ejercer libremente su personalidad sin
necesidad de atropellar a otros o de ser atropellado por otros, de este modo
desarrollara sus propia vivencia y aprendizaje significativo de su paso por el
contexto escolar sin que ello se constituya en una experiencia negativa que lo
limite o lo disminuya como persona , sino más bien que cada experiencia social
y académica vivida dentro de este contexto sea de provecho con lecciones
aprendidas para el desarrollo de su vida como ser humano.
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